Un encanto llamado Venecia
Por M.Sc. Pedro E. Pérez Bordón
Ilustraciones de Internet
Tema de canciones, poemas, películas, cuadros… Venecia es la ciudad romántica por excelencia
¡Quién iba a imaginar que en la pantanosa laguna situada al noroeste de Italia, donde en el siglo V se refugiaron huyendo del azote de las tribus germánicas los habitantes de Aquilea, Padua y otras locaciones, se fundaría en el año 452 la ciudad de Venecia, que posteriormente se convertiría en la Reina del Mar Adriático!
Muchos de los que han tenido la oportunidad de visitarla, o de leer sobre ella, consideran a Venecia una de las ciudades más bellas del mundo. La UNESCO la reconoció en el año 1987 como Patrimonio de la Humanidad Simplemente se trata de un lugar sorprendente, con una belleza especial.
Durante su historia Venecia fue noticia, en un momento dado, por su crecimiento económico, comercial y marítimo. Después se convirtió en un punto de referencia del arte y del turismo, su actual base económica.
Pero el lugar donde se encuentra enclavada Venecia no siempre fue así: se fue formando con millones de metros cúbicos de sedimentos arrastrados durante miles de años por las aguas que llegaban al mar Adriático a través de una laguna.
Una muy especial laguna
No se trata de una laguna cualquiera. Está muy bien protegida contra el mar por una larga barrera de arena o restingas de aproximadamente 50 km. de longitud, que se interrumpe en tres diferentes lugares para dar entrada a los puertos de Lido, Malamocco y Chioggia. Estas entradas permiten el intercambio de agua salada por el flujo de las mareas.
Según fuentes consultadas, durante dos siglos y a partir del año 1501 (hasta dos siglos más tarde), la urbanización veneciana se logró mediante el duro trabajo de muchas generaciones que hicieron posible que todo lo construido en el lugar se sustentara sobre un suelo pantanoso, en el cual hubo que drenar terrenos, formar islas y abrir canales. Esto permitió desviar las aguas y consiguió en muchas zonas calados suficientes para que los buques puedan entrar a la laguna y llegar hasta el puerto de Venecia, el más importante del Adriático.
Formada por casi 120 islas, 177 tranquilos y románticos canales que sumados entre sí alcanzan una longitud total de 50 kilómetros y que son atravesados por 454 puentes, Venecia recibe cada año millones de personas de todo el planeta atraídas por el disfrute que brinda la magia del lugar.
Además de los canales interiores, se destaca el Gran Canal, de tres kilómetros de longitud, una especie de autopista de agua que divide la ciudad al medio, en dirección noroeste sureste. El Gran Canal es atravesado por los puentes de los Descalzos, El Rialto y la Academia, y en sus orillas se aprecian iglesias, palacios y sitios de sumo interés.
A diferencia de otras ciudades del orbe, en Venecia no se escuchan el ruido ni la contaminación provocados por modernos automóviles, los que son reemplazados por las tradicionales góndolas. Esas embarcaciones tienen el fondo plano y a pesar de ser estrechas, alargadas y de poco calado, garantizan una posición de equilibrio, aun cuando su conductor permanece de pie en uno de sus extremos para lograr la propulsión manual y la maniobrabilidad de la embarcación con un remo.
Con una llamativa decoración y un gran colorido, las góndolas pueden ser vistas por todos lados transportando turistas a través de los estrechos y sinuosos canales de la antigua ciudad. El tráfico de mercancías y de pasajeros se realiza mediante canoas y embarcaciones a motor. La conexión desde Venecia con la tierra firme es a través de un ferrocarril y de una carretera.
Algunos detalles
Lugar de especial atracción lo constituye el Puente de los Suspiros, aunque su nombre no guarda relación alguna con la acepción romántica de la palabra, sino con la pena que sentían los reos cuando al transitarlo desde los tribunales situados en el Palacio del Dux hacia las prisiones, estaban convencidos de que en la inmensa mayoría de los casos, nunca más volverían a ver el cielo y el mar.
El punto principal de la ciudad lo constituye la Plaza de San Marcos, donde pueden observarse a los turistas tomando fotos cubiertos por una inmensa cantidad de palomas que sobrevuelan la plaza. Pero la atracción primordial de la plaza es la imponente Basílica de San Marcos, considerada una obra maestra del arte bizantino, construida para alojar en su interior los restos del apóstol San Marcos. También merece la pena mencionar la zona del Lido, con sus playas de arena, y el Palacio del Cine, donde se realiza el famoso Festival de Cine de Venecia,
Hoy, Venecia trabaja en el desarrollo de un proyecto orientado a la conservación del medio ambiente. Se trata del cultivo de aproximadamente 120 000 toneladas de algas en sus aguas, las que después de un proceso permitirían obtener el 50% de la energía que consume el centro histórico de la ciudad, sin que exista contaminación del medio.
Después de conocer la labor desarrollada por el hombre durante tantos siglos hasta llegar a lo que es hoy Venecia, alarman sobremanera los datos aportados por un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (conocido por WWF, sus siglas en inglés), presentado a la IX Cumbre Internacional sobre el Clima, en Milán, 2003, que señala el riesgo al que está sometida la bella Venecia, que conjuntamente con Lisboa y Río de Janeiro, corren el peligro de inundarse debido al aumento del nivel del mar.
Sobre el asunto los expertos plantean que en el transcurso de este siglo el crecimiento de la temperatura de los océanos derretiría los glaciares, provocando un aumento del nivel del mar calculado entre 16 y 92 centímetros. En el caso de Venecia, el simple aumento de 16 centímetros dejaría definitivamente bajo las aguas grandes zonas de la ciudad.
Ante tales vaticinios, los venecianos ponen toda su fe en el muy controvertido Proyecto Moisés, cuyo comienzo está previsto para el año 2013. Dicho proyecto está dirigido a la construcción de un sistema de diques que cerrarían el paso a las altas mareas. Se trata de de un sistema de compuertas móviles ubicadas en las bocas de los puertos de Lido, Chioggia y Malamocco.
Las compuertas estarían formadas por grandes cajones de 20 metros de ancho, 30 de alto y de cuatro a cinco de fondo, unidos entre sí y fijados al lecho marino mediante bisagras. En casos de mareas superiores a las calculadas, un sistema hidráulico se encargaría de elevar los cajones, formando compuertas, que al cerrarse permitirían aislar a la laguna del mar.
El Proyecto Moisés prevé 18 compuertas en la boca de Chioggia, 20 en Malamocco y la boca del Lido, por su parte, dispondrá de dos hileras de 20 y 21 compuertas, separadas entre sí por una estructura intermedia.
Otras consideraciones
Lo cierto es que, independientemente de los vaticinios de los expertos de la ONU y la WWF, otras fuentes plantean preocupaciones por el incremento en el uso de motores en las embarcaciones, que pudieran afectar las márgenes de los canales. No resulta menos preocupante la cantidad de toneladas de hidrocarburos transportadas por los buques cada año a través de la laguna, pues en caso de ocurrir un accidente podrían verterse volúmenes tales que dejarían una huella imborrable en el lugar.
Nada, que a pesar de la actual belleza y de los aportes que se prevén para el medio ambiente con una generación eléctrica sostenible, no podemos afirmar si en un futuro no muy lejano “el sereno canal de romántica luz tendrá el encanto que hacía soñar”…