lunes, 29 de noviembre de 2010

CHARLES CHAPLIN....CHARLOT

POR  ESO, CANTA, RÍE, BAILA, LLORA
Y VIVE INTENSAMENTE CADA MOMENTO DE TU VIDA...


...ANTES QUE EL TELÓN 
BAJE 
 Y LA OBRA TERMINE SIN APLAUSOS




Los padres de Charles Spencer Chaplin eran cantantes y actores de variedades de origen judío que, en su momento, alcanzaron un razonable éxito. Especialmente la madre, Hannah Hili, hija de un zapatero, menuda, graciosa y con una agradable voz. El niño nació a las ocho de la tarde del 16 de abril de 1889 en la calle londinense de East Lane, Walworth. No era un buen momento para la familia. El padre, Charles, había abandonado el hogar en pos de su afición alcohólica, y Hannah se vio obligada a mantener por sí sola a sus hijos Sydney y Charles. Estaba en la cumbre de su carrera artística con el pseudónimo de Lily Harvey, pero comenzaba a fallarle la voz. En 1894, durante una función en Aldershot, su gorjeo se quebró en medio de una canción. El empresario envió a escena al pequeño Charles, de cinco años, que imitó la voz de Lily incluyendo el desfallecimiento final, para gran diversión del público. Ése fue su debut artístico.

El fracaso y la falta de dinero trastornaron la salud mental de Hanna Hill, que comenzó a dar muestras de extravío. Ella y los niños pasaron a vivir en el asilo de la calle Lambeth. Sydney y Charlie asistieron un tiempo a la escuela para niños pobres de Hanwell, sufriendo su severa disciplina y las burlas de los niños más afortunados. En 1896 el estado de Hannah obligó a recluirla en un sanatorio frenopático. Al año siguiente, Charlie se unió a los Eight Lancashire Lads (Los ocho muchachos de Lancashire), un grupo de actores juveniles aficionados que hacían giras por los pueblos. Más tarde formó parte de otras compañías ambulantes, ya profesionales aunque muy modestas. En 1898 murió el padre, mientras Charlie Chaplin era ya un experto actor infantil. En 1901, con doce años, representó el rol de protagonista en Jim, the Romance of a Cockney, y cuatro años más tarde realizó una gira con The Painful Predicament of Sherlock Holmes. El año 1906 fue afortunado para el joven cómico. Se inició con un contrato en el Casey Court Circus como una de las primeras atracciones, y finalizó con otro contrato para la célebre compañía de pantomimas de Fred Karno, en la que también actuaba Stan Laurel.

Los comienzos en Hollywood 

A los diecinueve años Charlie vivió el primero de sus numerosos e intensos romances, al enamorarse perdidamente de la joven actriz Hetty Kelly. Con Fred Karno el futuro Charlot había perfeccionado y diversificado sus notables recursos mímicos, y el director lo incluyó en la troupe que realizaba una gira a París en 1909 y al año siguiente otra de seis meses por Estados Unidos. Fue la época en que Mack Sennett obtuvo un gran éxito con sus filmes cortos de bañistas y policías, basados en corridas, gesticulaciones exageradas, palos y peleas con tartas de crema. Sennett adivinaba las posibilidades cinematográficas de la mímica más refinada y compleja de Chaplin, y cuando éste realizó su segunda gira en 1912 lo convenció para que se incorporase a su productora, la Keystone.


Chaplin en A Night in the Show (Charlot en el teatro)

Charlie Chaplin llegó a Hollywood en la primavera de 1913, y comenzó a trabajar en noviembre. El 2 de febrero de 1914 se estrenaba su primera película, Making a Living (Ganándose la vida, también conocida como Charlot periodista). En ese mismo año rodó 35 films de un rollo (cortos de entre doce y dieciséis minutos de duración), escritos y dirigidos por Sennett, el propio Charles u otros directores. Todavía sus caracterizaciones eran sólo esbozos del vagabundo ingenuo y sentimental que le daría fama en todo el mundo, pero como Chaplin interpretaba en cada uno un oficio o situación distinta, se los bautizaría luego como Charlot bailarín, Charlot camarero, Charlot de conquista, Charlot ladrón elegante, etc. El éxito fue arrollador, y en 1915 la productora Essanay le robó a Sennett su estrella por un contrato de 1.500 dólares a la semana. Cifra fabulosa para un cómico de cine mudo, que en Keystone venía cobrando diez veces menos.
Con la Essanay, Chaplin pasó a escribir y dirigir los catorce films que rodó ese año. Tenían ya una duración de dos rollos, una trama más complicada que introducía toques románticos y melancólicos en la receta humorística, y un guión meticulosamente estructurado y ensayado. Chaplin era el protagonista absoluto (en alguno en rol femenino), y en la mayoría de ellos su partenaire era Edna Purviance. Cabe recordar A Night in the Show, The Champion, The Night Out y sobre todo The Tramp (El vagabundo), en la que redondeaba el personaje que luego se conocería como Charlot. Él mismo contaría después que fue escogiendo casi al azar -como lo haría un vagabundo real- el sombrero, el bastón, los anchos pantalones, la chaqueta estrecha y los zapatones. El resultado fue el atuendo más famoso y perdurable en la historia del cine.

La celebridad de Chaplin y su personaje era ya universal (el nombre de Charlot se lo daría en 1915 el distribuidor de sus filmes en Francia), y el exitoso mimo cambió nuevamente de productora en 1916. Con la Mutual realizaría doce películas en dos años, entre ellas The Pawnshop (El prestamista), Easy Street (La calle de la paz) y especialmente The Immigrant (El inmigrante), las tres con Edna Purviance. A principios de 1918 la First National contrató a Charlie Chaplin por la cifra récord de un millón de dólares anuales. Fue también el año de la primera de sus bodas con jovencitas casi adolescentes. Su matrimonio con la actriz secundaria de diecinueve años Mildred Harris, celebrado el 23 de octubre, duraría hasta 1920 y el divorcio le costó a Charles 200.000 de sus preciosos dólares.

También en 1918 realizó una gira para vender bonos de guerra junto a otras dos superestrellas de la época: Mary Pickford (llamada «La novia de América») y el galán acrobático Douglas Fairbanks. Con la First National filmó doce películas entre ese año y 1922, algunas tan clásicas en su filmografía como A Dog Life (Vida de perro) y Shoulder Arms (Armas al hombro). Y también la que se considera su primera obra maestra, en la que cinceló su estilo tragicómico, crítico y sutilmente conmovedor: The Kid (El chico), con Jackie Coogan, la infaltable Purviance y seis rollos de duración. En 1921 regresó por primera vez a Europa para el estreno de esa película y recibió una recepción multitudinaria, al tiempo que la severa crítica europea lo consagró como un genio del cine.

Chaplin en El circo (1927)

Ya en 1919 Chaplin, Pickford y Fairbanks, junto al director David W. Griffith (sin duda otro genio del cine) habían constituido la productora independiente United Artists, pero Chaplin no trabajó para ésta hasta no acabar su contrato con la First National. En 1923, con productora propia, sólida fortuna personal y una suntuosa mansión en Beverly Hills, se sintió al fin con las manos libres para desarrollar sin ataduras su creatividad. Ese año dirigió, sin actuar, la excelente A Woman of Paris, con su admirada Edna y Adolphe Menjou. El multifacético creador tenía ya treinta y cinco años, y el 24 de noviembre de 1924 contrajo matrimonio en México con la jovencísima actriz Lolita McMurray (o Lita Grey), de sólo dieciséis años. La unión duró hasta 1927 y Chaplin obtuvo de ella sus dos primeros hijos (Charles Spencer y Sydney Earle) y pagó un millón de dólares al divorciarse de su Lolita
.
En esa época inició la gran trilogía final del personaje de Charlot, rodando en 1925 The Gold Rush (La quimera del oro), de la que en 1942 realizó una versión sonora narrada por su voz y con música propia. Ya en 1927 se estrenó la primera película sonora, El cantor de jazz, con Al Jolson, pero Chaplin seguía fiel al cine mudo cuando en 1928 realizó The circus (El circo), película que él mismo consideraba menos lograda que las que integraban la trilogía, pese a ser un magnífico filme cómico. Por esta película recibió su primer Oscar de la Academia en 1929. Dos años más tarde estrenó City Lights (Luces de la ciudad), paradigma de la ternura y la desolación de su alter ego cinematográfico, con inclusión de escenas sonoras y música de Chaplin.

En 1932 realizó un nuevo y extenso viaje a Europa, donde en una recepción conoció a la actriz francesa Paulette Goddard. Ambos prosiguieron juntos el itinerario de lo que llegó a ser una gira mundial, y al año siguiente Paulette sería su pareja en el último film de la trilogía: Modern Times (Tiempos modernos), una ácida parábola sobre el maquinismo industrial y las miserias del capitalismo.




Al desatarse la guerra y la invasión alemana sobre Europa, Chaplin filmó, en 1940, The Great Dictator (El gran dictador), una divertida y feroz parodia del nazi-fascismo, en la que el actor se desdoblaba en un Charlot transformado en peluquero judío y un Hitler mitómano y paranoico que anunciaba la disposición de Chaplin a encarnar nuevos roles, sin bombín ni zapatones. Lo acompañaba la Goddard, cuyo personaje llevaba el nombre de la madre de Charles (Hannah), fallecida en 1928. Chaplin y Paulette se distanciaron en 1941 y poco después el cineasta se vio envuelto en un proceso por la paternidad de la hija de la actriz Joan Barry, llamada Carol Ann. Condenado en abril de 1942 por violación de la Ley Mann, debió hacerse cargo de la manutención de la niña. El escándalo no le impidió casarse a sus cincuenta y cuatro años, con la hija del insigne dramaturgo Eugene O'Neill, una hermosa joven de dieciocho años llamada Oona, que permanecería a su lado el resto de su vida.
El patriarca de Vevey
Tras rodar Monsieur Verdoux en 1947, Charles Chaplin cayó bajo la ola del maccarthismo que tenía como blanco a intelectuales y artistas de Hollywood. La crítica social que rezumaba su obra, sumada probablemente a su origen judío y al hecho de ser extranjero (nunca se nacionalizó), lo llevaron a comparecer en 1949 ante el inquisicional Comité de Actividades Antinorteamericanas. Al año siguiente, mientras él y su familia viajaban por Europa, se ordenó a las autoridades de inmigración que lo retuvieran a su regreso. Chaplin decidió no volver jamás y se instaló en una lujosa residencia en Corsier-sur-Vevey, en la plácida ribera del lago suizo de Léman, frente a Ginebra. Oona se encargó de liquidar sus asuntos económicos y profesionales en Estados Unidos.
Inglaterra ofreció a su hijo pródigo un sitio para continuar su trabajo. En 1952 rodó en Londres Limelight (Candilejas), magnífica y sentimental rememoración de sus días de cómico ambulante, y dos años más tarde recibió el Premio Internacional de la Paz. Su resentimiento contra Estados Unidos se reflejó en A King in New York (Un rey en Nueva York), filme de 1957 cuyos altibajos no ocultan el corrosivo humor chapliniano. El gran cineasta era ya un anciano patriarcal y vitalista que comenzaba a escribir sus memorias en 1959. A los setenta y ocho años fue padre de su octavo hijo con Oona, Christopher, nacido en 1962, y en 1964 se publicó en Londres su autobiografía, Historia de mi vida.

Chaplin con su última esposa, Oona O'Neill



Ya octogenario, Chaplin tenía todavía ánimo y energías para escribir y rodar una última película, A Countess from Hong Kong (La condesa de Hong Kong, 1966). Pese a contar con dos protagonistas de lujo como Sofía Loren y Marlon Brando, y al propio director en el rol menor de un camarero, el filme no tuvo éxito y quizá no lo merecía. La mano maestra de Chaplin conservaba cierta elegancia, pero el tema era trivial y el estilo claramente anacrónico. El anciano creador debió de advertirlo, porque no volvió a insistir.
Charles Chaplin vivió todavía una década en su refugio de Vevey, rodeado de sus hijos y acompañado por la leal Oona. En 1972 aceptó un breve retorno triunfal a Hollywood, para recibir un Oscar por la totalidad de su obra. En 1976 Richard Patterson rodó The Gentleman Tramp (El vagabundo caballero), inspirada en su autobiografía, que incluía escenas familiares en Vevey filmadas por el director de la fotografía, el español Néstor Almendros. Otro español, el cineasta Carlos Saura, se casó con Geraldine, la hija de Oona más consecuente con el oficio de su padre. Éste murió a los ochenta y ocho años, el día de Navidad de 1977. Dejaba un total de 79 películas filmadas en más de cincuenta años de actividad como actor y director. En la casi totalidad de ellas fue también autor del guión, y del diálogo y la música en las sonoras. Además de las ya mencionadas, cabe agregar Carmen (1916), según la novela de Merimée; The Vagabond (El vagabundo), 1916; A Day's Pleasure (Un día de juerga), 1919; Pay Day (Día de paga), 1922, y The Pilgrim (El peregrino), 1923, entre las más apreciadas por la crítica y celebradas por el público.






Chaplin. Candilejas

charles chaplin limelight soundtrack candilejas

miércoles, 17 de noviembre de 2010

CANCIÓN PERFIDIA INTERPRETADA POR - GLEN MILLER

CANCIONES INOLVIDABLES : PERFIDIA Y SOBRE SU AUTOR


PERFIDIA    
AUTOR:  ALBERTO DOMÍNGUEZ BORRÁS ( MEXICANO)   

Nadie comprende lo que sufro yo
canto pues ya no puedo sollozar,
solo temblando de ansiedad estoy
todos me miran y se van.

Mujer,
si puedes tu con Dios hablar,
pregúntale si yo alguna vez
te he dejado de adorar;

Y al mar,
espejo de mi corazón,
las veces que me ha visto llorar
la perfidia de tú amor...

Te he buscado dondequiera que yo voy,
y no te puedo hallar,
para que quiero otros besos
si tus labios no me quieren ya besar.

Y tú,
quien sabe por donde andarás
quien sabe que aventuras tendrás
que lejos estas de mí...!

Te he buscado dondequiera que yo voy
y no te puedo hallar,
para que quiero otros besos
si tus labios no me quieren ya besar.

Y tu,
quien sabe por donde andarás
quien sabe que aventuras tendrás
que lejos estas de
mi...!

De mí...!
De mi..

Amor, Amor, Amor


Alberto Domínguez Borrás
Originario de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Alberto Domínguez Borrás, nació el 21 de Abril de 1911. Fue hijo del matrimonio formado por Don Abel Domínguez Ramírez y Doña Amalia Borras Moreno.

Los primeros años de su vida los vivió en su tierra natal. Por cuestiones familiares, y posteriormente por inquietud propia, Alberto radicó en muy diversos puntos de la geografía nacional, así como más allá de nuestras fronteras. En 1921 y 1922, se asentó en la ciudad de México, después lo hizo en Puebla, 1922 y 1923. En 1923 y 1924 se reubicó en Matamoros, Tamaulipas, y volvió a la Ciudad de México, donde se instaló de 1924 a 1930. Por otro lado, temporalmente estuvo en Estados Unidos de 1930 a 1932. Retornó a la capital del país para residir de 1932 a 1937, año en que viajó nuevamente a Estados Unidos, permaneciendo ahí dos años, 1937 y 1938. Asimismo, cambia de rumbo, tocando el turno a Alemania para estar durante 1938 y 1939. De nueva cuenta se instala en la ciudad de México, pasando en ella el final de 1939 y parte de 1940. Una vez más, sale hacia Estados Unidos en 1940, donde permanece hasta 1942. Ese mismo año, vuelve a ingresar al país, y se establece 1942 y 1943, para regresar a Estados Unidos, 1943 y 1944. En 1944 vuela a la Ciudad de México, para residir de manera definitiva, de 1944 a 1975. A pesar de tanto movimiento, durante estos años realizó viajes esporádicos de trabajo a Estados Unidos, las Antillas y Europa.

En relación a su escolaridad, Alberto cursó primaria, secundaria y preparatoria. Sin embargo, claramente su vocación natural era el arte musical. De esta forma, realizó una notable carrera de pianista, dirección de orquesta y composición.

Por otra parte, contar con tan sólo seis años de edad, no fue impedimento para que este prodigio realizara en su tierra natal sus primeras obras: "Viva la Feria", inspirada en la llegada de una fiesta a San Cristóbal, y "El Tecolote de Guadaña". Curiosamente, en esa misma época huyó de su casa.

También, su diversificado talento le permitió ser arquitecto autodidacta y constructor de casas y edificios. El brillante Alberto Domínguez gozaba mucho otras facetas, como su gran afición por la gimnasia olímpica y el box, deportes que practicó. En cuanto a su forma de ser, fue de carácter místico, reservado, siendo hogareño, amable y de acrisolada honradez. Otras de sus aficiones era viajar. Además, su tiempo libre lo dedicaba a su pasión por el séptimo arte y deleitarse escuchando música, en particular clásica y jazz.

Dentro de su vasto repertorio, son un par de obras las que le dieron mayores satisfacciones: "Perfidia" y "Frenesí", que durante muchos años rompieron récords por su éxito en gran parte del mundo. Esta delicia de melodías, han sido grabadas por todo el orbe, en todo tipo de ritmo, incluyendo el rock y el jazz. Cabe destacar que entre sus más destacados intérpretes se encuentran, Dave Brubeck, George Shering, Errol Garner, Oscar Peterson, Gerry Mulligan, Cal Jayder, Woody Herman, Benny Goodman, así como casi todas las grandes bandas y orquestas de música popular, bailable o ambiental, y algunas orquestas de música sinfónica con arreglos especiales. De hecho, se realizó el rodaje de una película en México, con capital norteamericano, cuyo título fue "Perfidia", con música de Alberto Domínguez. Adicionalmente, musicalizó algunas cintas, entre las que se encuentran, "Al Son de la Marimba", con Fernando Soler, Joaquín Pardavé y Sara García, y "Mil Estudiantes y una Muchacha", con Emilio Tuero y Marina Tamayo. También, compartió honores al componer dos canciones en coautorìa: "Me Dejaste", y "Traigo mi 45", con letras de Bernardo San Cristóbal y Apolonio Aguirre respectivamente.

Durante su creativa trayectoria profesional, Alberto recibió muchos reconocimientos por su obra, como los diplomas de Broadcast Music, por "Perfidia" y "Frenesí", en 1941. En 1944, Radiolandia le otorgó un diploma por el primer lugar de popularidad de su canción "Humanidad".

Al año siguiente, en 1945, Radiolandia y la Lotería Nacional le otorgaron diplomas por primer lugar, a su tema "Hilos de Plata". En 1946, la Editorial Mexicana de Música Internacional, le confirió el Trofeo de Madera y Bronce, al éxito "Por la Cruz". Ese mismo año, Radiolandia le confirió diploma a primer lugar en popularidad a esa obra. En 1957 y 1961, la Promotora Hispanoamericana de Música le entregó diplomas a primer lugar de popularidad, por sus sencillos "Hilos de Plata" y "Eternamente". Para 1966, en Salamanca, Guanajuato, recibió el Pípila de Plata, por la importancia nacional e internacional de su obra. Posteriormente, en 1969 fue reconocido con diplomas y medallas de oro, porque pasaron del millón de ejecuciones en los Estados Unidos, sus ya clásicos de la música popular "Perfidia" y "Frenesí", y por esta misma razón, la Promotora Hispanoamericana le dió su Trofeo de Plata en forma de pergamino. También en 1969, el periódico El Universal, le rindió homenaje a través de un Diploma especial por la relevancia nacional e internacional de su obra. Llega la década de los 70’s, y con ella, la Secretaría de Turismo le otorgó Diploma y Medalla de Oro, por la importancia de su música en la promoción internacional de México y su cultura.

A principios de los 70's fue electo Vicepresidente de la SACM. Dos años más tarde, en 1972, recibió de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), Medalla de Plata por la relevancia y calidad de su obra. También en 1972, el XXVIII Congreso Internacional de Autores y Compositores le confirió una Medalla de Plata, y con igual presea lo reconoció el Congreso Mundial de Autores y Compositores. En 1973, en el primer Festival Internacional de Música, Teatro y Danza de la Ciudad de Taxco, recibió un Trofeo de Plata por la trascendencia mundial de su obra.

En 1976, contando con la presencia de su viuda, recibió un homenaje póstumo a su obra por parte de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).

Cabe anotar, que personajes de la talla de Alberto Domínguez, siempre tuvieron anécdotas surgidas alrededor de ellos. Entre otras, se cuenta que el talentoso músico, arreglista y director de orquesta norteamericano, Glen Miller nombró a Alberto Domínguez, el “Musicalizador de la Segunda Guerra Mundial”, ya que, según sus propias palabras, "cuando llegaba con mi espectáculo musical a los diferentes frentes que visitaba para distraer a los soldados, la canción que más solicitaban era 'Perfidia'." Precisamente, otra de las mayores satisfacciones que le dió su carrera como compositor, fue que "Perfidia" y "Frenesí" hayan roto todos los récords de permanencia en los primeros lugares del Hit Parade de los Estados Unidos, considerando desde la década de los cuarentas; y hasta la fecha, como canciones de autor latinoamericano.

Es importante mencionar que las dos obras siguieron rindiendo frutos en su temporalidad, debido a que volvieron a las listas del Hit Parade en los cincuentas y sesentas. Por otra parte, el gran acontecimiento que fue su música en aquel país y parte del mundo en la década de los cuarentas, fue una situación que supo aprovechar Alberto, y tras arduas gestiones, asesorado por el Lic. Barona de la O., por parte del Gobierno Federal; por el Lic. Rafael de la Colina, Embajador de México, y de los directivos de la SMACEM (Ahora SACM), maestros Juan. B. Leonardo y los Hnos. Martínez Gil; logró abrir las puertas al pago de derechos autorales de Estados Unidos hacia México. En ese contexto, esta fue una valiosa aportación de Alberto Domínguez a nuestro país.

Además de esto, fue cofundador de los gremios autoral y musical de México, contándose entre los más incansables y comprometidos líderes en el logro del reconocimiento de la sociedad de autores en el mundo entero, y luchando codo a codo, por el establecimiento, aplicación y respeto de una ley que favoreciera la cobranza y el pago de los derechos causados por los usuarios de obras artísticas e intelectuales.

Finalmente, el 2 se Septiembre de 1975, se despide un “grande”. Dos infartos consecutivos cortaron la fructífera vida de Alberto Domínguez. Su funeral estuvo colmado de grandes personalidades, compositores, cantantes y ejecutivos de los medios de comunicación. Su cuerpo fue inhumado en el lote de los compositores del Panteón Jardín. Como dice el refrán: “Honor a quien Honor Merece”.
http://www.sacm.org.mx/archivos/biografias.asp?txtSocio=08030